Sobre este blog: Enero de 2024.

Tiene 7 años de que publiqué una entrada en este "Blog". No puedo garantizar que volveré a escribir aquí de manera regular, pero vale la pena mantener este sitio como un testigo de comentarios históricos y sobre todo, incómodos. Debe entenderse que no sostengo ya muchas de las perspectivas vertidas entre notas compartidas, ensayos y comentarios que aquí se pueden encontrar. Aunque tampoco es que haya dado un giro de 180°, algunas de mis opiniones hoy en día me parecen estúpidas, así que sirva esto como descarga de responsabilidad por todo lo que aquí se puede encontrar. Advertidos estéis todos.

POLÍTICA III: Apoyo a AMLO

(Continúa de la parte anterior)
AMLO se encontró con que un proyecto radical de Nación no podía aplicarse debido a nuestra extrema dependencia económica a EU, y que como presidente no le sería posible llevarla a cabo, por lo que ha diseñado una política más que nada práctica, llena de razones sociales con las que pretende sentar las bases para hacer un verdadero cambio en México. Por eso su proyecto no es estrictamente de izquierda, pero su arribo representa la primera decisión del país que podría encaminarnos a una nación más equitativa, justa, segura, democrática y libre. Su propuesta además, representa la única propuesta económica diferente al nefasto Neoliberalismo, que desde tiempos de De la Madrid nos ha sumido en el atraso y el estancamiento económico.
El impecable manejo de la economía en el DF es muestra de que su proyecto es totalmente sustentable; el crecimiento de la deuda ha pasado del 14% en 2000, al –3.3% en 2004 y -0.44 en 2005, y ha mantenido el crecimiento del PIB por encima del 7% en toda su administración, ahorrando, más de 11 millones y medio de pesos por buen gobierno desde 2001. Consideremos estos datos en contraste con el presupuesto para Obras (Como el segundo piso) que ha oscilado entre 13 y 10 mil millones de pesos anuales, cuando los ingresos han ido de 55 a 80 mil millones de pesos por ingresos netos anuales en su periodo. Esto, lo que en primer instancia comprueba, es que no existe tal irresponsabilidad en el manejo de los recursos, y no se ha recurrido a la deuda pública para financiar las obras públicas y los programas sociales. No se trata de populismo porque éstos son leyes, no ofertas temporales ni condicionales con fines políticos. La seguridad se ha reducido en los indicadores más confiables, que son aquellas denuncias de los delitos que no tienen saldo negro, es decir, que siempre se denuncian, como lo son robo de automóvil y homicidio doloso, reducidos inclusive a la mitad. Los demás indicadores también han bajado, pero son menos confiables. En sí, el DF se ubica en el lugar número 17 de inseguridad en nuestro país, es decir, es una falacia total que éste sea el lugar más inseguro de la nación, y que AMLO no haya podido reducir los índices delictivos. Además, la parte más importante de la inseguridad no es atendible por parte del gobierno local; la delincuencia se debe a la paupérrima situación económica de la población (¿Qué Madrazo cree que los asaltantes roban por gusto?), y esto se debe a las políticas Neoliberales del Gobierno Federal.
Ésta es la situación del país. AMLO está rodeado de ineptas sanguijuelas en su partido (Que a pesar de todo es necesario por cuestiones políticas y legales…), pero ha preparado un gabinete de profesionistas expertos, responsables y prudentes. López Obrador tiene una trayectoria política, es profesionista, nacionalista y siempre ha luchado por los legítimos intereses del pueblo, ha enviudado y tiene dos hijos a quienes ha otorgado la mitad de sus bienes; dos casas, una de las cuales es un modesto departamento en el DF, donde habitaba por cuestiones obvias al ser jefe de gobierno del DF.
Felipe Calderón surge de entre la reacción derechista, con estudios en el extranjero, donde saben muy bien manejar los negocios y abrirle el paso a las empresas para que hagan lo que quieran con el estado, ha sido cómplice del endeudamiento millonario de la nación a causa de deudores y políticos corruptos en el FOBAPROA, no tiene carisma ni cultura, desconoce la realidad nacional por provenir de un estrato socioeconómico altísimo, y su partido, además de tener la misma o más corrupción que en el PRD, representa el conservadurismo actual y los intereses de los que más tienen, de los que se han dedicado a desangrar al país por varias generaciones. ¿Pruebas? Basta con oír hablar a Calderón; a pesar de haber pagado estudios en el extranjero, es incapaz de interpretar datos a lo largo del tiempo, y confunde 1997 con 2000, achacándole la deuda de hace 10 años a López Obrador, siendo Obrador el responsable de sólo el 20% de esta cantidad, y ni se diga de su dirigente Nacional, Manuel Espino, quién sin mayor recato se limita a enviarle sus lástimas a una persona cuya valía en la vida de nuestro país es superior a la que pudieran reunir todos los panistas a lo largo de toda su existencia. O qué tal Fox, quién desde campaña dejaba ver lo impulsivo que era, su ignorancia general, al haber dicho más sandeces que ningún otro presidente en la historia de México, incluyendo su queja porque los medios se burlan de él; ¡Pareciera que lo pide a gritos! (O a rebuznos…). Y claro, su santísima esposa no se queda atrás. ¡Preferibles 5 Bejaranos a un Espino!
El PRI no merece siquiera la mención, aunque es necesaria en este tipo de ensayo. Surge como fin de una revolución inconclusa, y se nombra “revolucionario institucional”, para no contrariar su estructura de contrariedades. Es un partido cuyo tiempo ha pasado ya hace muchos años, convirtiéndose en el partido de los que buscan su propio bien, los que buscan consolidarse como guardián eterno del poder en México. No tienen propuestas, no tienen alineación ideológica (en realidad un poco a la derecha, quebrándose, quebrándose, ah no, si la vez de este lado parece el centro…), pero eso sí, con una gran organización política que le da gran poder, además de tener en sus filas a los más colmilludos dinosaurios de la Nación; los que tienen la mayor efectividad verbal de México, y los que mejor saben robar y cubrir sus fechorías, además de eso sí, los mejores actores. Controlan la mayoría de los sindicatos del país, y tienen cercanía con el gobierno Estadounidense. Inclusive, dentro de sus filas se comienza a observar canibalismo por la desesperación que ha imperado en su partido desde hace unos cuantos años. Los supuestos ideales de revolución estructurada que proponían son algo extinto hace demasiado tiempo como para fecharse.
Los partidos de “minoría” aún son instituciones jóvenes, sin experiencia y sin oportunidad de victoria electoral, pero con potencial para hacer daño a los demás candidatos. Nueva Alianza y Alianza Social Demócrata pretenden tener posturas izquierdistas, pero su oportunidad de victoria no existe, además de que sus candidatos no tienen nada de capital político, son moderados, tibios, y la naturaleza de la contienda hace pensar que realmente están tras intereses económicos, al estilo del ex Partido de la Sociedad Nacionalista. A ellos aún se les puede perdonar la vida política, pero lo que es contundente es que comparados con AMLO, su trayectoria política es un vello de rana, y ésta es en realidad el reflejo de lo que pueden hacer a futuro, por lo que no se trata de avanzar un pelo, y por eso no son opciones viables. Nada en contra de ellos, sí mucho a favor del peje.

Ahora, el PRI y AN se complementan el uno al otro en la guerra sucia, término que se refiere a la forma en que se ataca a López Obrador en la televisión, mediante DIFAMACIONES, que creo ya haber establecido, lanzando aseveraciones falsas con el único fin de convencer a quienes no están enterados del acontecer político de la nación, esperando que baste con repetir cualquier calumnia un centenar de veces para que todos crean que es verdad, al idéntico estilo Hitleriano (les recomiendo investigar cómo consolidó Hitler su poder, y el de su partido, es una larga historia para incluirse aquí).
Y cuando sale una de las más prestigiadas intelectuales de nuestro país a señalar que lo que se está argumentando en contra de López Obrador sobre el endeudamiento es falso y que están difamando, se le contesta ridiculizándola, reproduciéndola junto a René Bejarano y Gustavo Ponce, que nada tienen que ver en primera, con López Obrador, y mucho menos con la Deuda del DF ni refleja la forma en que se manejaron los proyectos en la ciudad de México, con la evidente intención de causar el mayor daño posible sin discriminar a quién y sin la más mínima coherencia, sin lógica y sin tacto político. Pero sobre todo esto, se resisten a disculparse y advierten “quién se mete a la cocina puede ensuciarse”, en una infantil y tonta forma de ver la política, ya que creen que basta hablar de política para tener el derecho de difamar y burlarse de una imagen tan prestigiada como la de Elena Poniatowska, quién ha sido una periodista de impecable trayectoria, luchadora y defensora de las causas sociales.
¿Es que Calderón no puede popularizarse si no es a costa de dañar a López Obrador? ¿Qué no tiene nada lo suficientemente bueno que ofrecer para llamar votos? La realidad es que no. Calderón no promete nada diferente a Madrid, Salinas, Zedillo y Fox. Pretende empeorar (retóricamente hablando, en realidad no creo que tenga tan malas intenciones…) la situación de Millones de mexicanos beneficiando aún más al gran capital, a las grandes transnacionales, vendiendo PEMEX a los extranjeros, y reduciéndole presupuesto al sector Salud, quitándole infraestructura a través del absurdo Seguro Popular. ¡Que aprenda! Se necesitan Hospitales y equipamiento, no un papel que diga que te atenderán cuando existan.
¿Vamos a dejar que el Opus Dei y el Yunque censuren y controlen las políticas del país? ¿Regresaríamos a la época colonial? ¿Permitiremos que la nación se venda a Estados Unidos para convertirnos en “suministradores de recursos” para el gran Imperio? No podemos declarar adversidad a éste (principalmente por nuestra posición geográfica), pero podemos evitar que siga aplastando nuestro mercado. ¿Vamos a seguir llorando por el que alguna vez (en el tiempo de los Aztecas) fue un campo justo y productivo, o vamos a realizar acciones reales para impulsar a los campesinos? Ellos, los campesinos, los pescadores, los apicultores, los ganaderos, los mineros, los obreros, los pequeños empresarios nacionales y comprometidos con su país, los indígenas, los profesionistas, profesores, científicos, ingenieros y técnicos que entregan su trabajo a la nación, ellos son los que impulsarán el desarrollo de nuestra nación, no los ejecutivos vestidos de traje en altas oficinas vendiendo cuanto está a su alcance con tal de ganar dinero para los diversos castillos que poseen como casas. El crecimiento de una nación no está en los indicadores macroeconómicos, sino en las condiciones de su gente. No podemos acabar, ni frenar la terrible globalización, pero podemos evitar que sea totalmente nociva para nosotros. Y no esperemos que el país se arregle de la noche al día; en realidad hay que admitir que estaremos encadenados hasta que no ocurra un cambio a nivel mundial, a que se redistribuya el poder en el mundo, y a que se reconozca la libertad de los pueblos de superarse y gobernarse a sí mismos. La democracia es el estado utópico, y no puede existir sin la educación de la población, y no en lo referente a lo exacto o lo técnico, sino a lo que le da al ser humano su capacidad de tomar decisiones en pro de la sociedad, su espíritu; el estudio de la historia, la literatura, el arte, la filosofía, la axiología y las ciencias, en combinación con una convivencia propicia para el “desarrollo”, o sea, un entorno que no induzca a la corrupción, pero todo esto tal vez nunca se logre por completo en ningún país, y menos el nuestro, pero lo cierto es que si no luchamos por esto, es seguro que jamás lo alcanzaremos. ¡No podemos dar un giro y traicionar a Juárez votando por los conservadores del PAN! El EZLN ha señalado la putrefacción del gobierno y la política en México, pero lo que no toma en cuenta es que no tiene forma de cambiar eso en éste momento; no se trata de atacar a todos los políticos por igual; la cuestión es que no existe en el país la condición social. Por lo tanto, la vía pacífica sigue siendo la mejor, y hay que reconocer que los extremos siempre son malos, por lo que en este momento lo más viable sigue siendo Andrés Manuel López Obrador.
Parte de esto que menciono sobre la educación, la cultura y la historia, incluye el hecho de no dejarse engañar por los chismes, por el “dicen que…”, por los juicios de valor infundados, por las declaraciones absolutistas y por las promesas imposibles. La difamación es una medida sucia en la contienda política, indica baja moral en las personas e instituciones; ¿Cómo se puede votar por quién ha demostrado tener doble moral, siendo ésta su principal “atractivo (no para mí, pero bueno…)”?
Reitero que no hay que pensar que AMLO es un ente divino claro y puro, sino que por lo menos es una PERSONA responsable e interesada en el bien común, y que aunque tal vez no pueda cumplir todas sus promesas de campaña (hay que considerar que en el DF las cumplió todas), por lo menos pretende sentar las bases de un estado de gobierno democrático, liberal y de derecho enfocado a los intereses del pueblo, a partir del cual sea posible crear una nueva estructura de nación.
Quién de plano no simpatice con la izquierda, o sea reaccionario de cualquier bando, deberá, como obligación y estatuto en pro de la paz social y la convivencia armónica, abstenerse de lanzar declaraciones antes de haberse asegurado de que es un hecho real, y no una vil difamación.

Por lo Tanto…

¡¡¡¡ARRIBA LÓPEZ OBRADOR, ARRIBA EL PEJE!!!!
(Aunque a él no le guste que le digan así, ni modo)

Tonatiuh Miramontes Pérez

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