Sobre este blog: Enero de 2024.

Tiene 7 años de que publiqué una entrada en este "Blog". No puedo garantizar que volveré a escribir aquí de manera regular, pero vale la pena mantener este sitio como un testigo de comentarios históricos y sobre todo, incómodos. Debe entenderse que no sostengo ya muchas de las perspectivas vertidas entre notas compartidas, ensayos y comentarios que aquí se pueden encontrar. Aunque tampoco es que haya dado un giro de 180°, algunas de mis opiniones hoy en día me parecen estúpidas, así que sirva esto como descarga de responsabilidad por todo lo que aquí se puede encontrar. Advertidos estéis todos.

Política II: Parte Histórica


Ahora, la traslación de la teoría político filosófica
a la realidad mexicana:
La revolución socialista de 1910 en México, la primera en el mundo, representó un hito político. Sin embargo, en el transcurso de la misma, se degradó, y lo que no suele escribirse es que fue derrotada en absolutamente todos sus objetivos. La ganó el capital extranjero, el interés de Estados Unidos, como se hizo costumbre desde entonces. Aquél grupo de Sonora vino a formar la imagen que ahora se tiene de la revolución, un sueño que no se realizó y que se convirtió en pesadilla, dando origen al PRM. Los presidentes que vinieron después, representaban por sí mismos la política de su gobierno. Obregón, Calles, ambos tiranos adictos al poder y la opulencia.
Lázaro Cárdenas, aunque no fue un santo, ni absolutamente todo lo que hizo en su mandato fue benéfico, representó esa última esperanza de progreso, independencia, libertad e igualdad social. Sin embargo, su proyecto no sobrevivió a su periodo, por miedo, presión extranjera, ineptitud, o simplemente por egoísmo de los que le siguieron.
La opresión y la intolerancia del gobierno fueron características de los sexenios posteriores. Un leve pero prometedor crecimiento económico se observó, sin embargo, también una degradación social que se reflejó en las masacres genocidas que Díaz Ordaz y Echeverría cometieron son más que suficientes para condenar a muerte a los involucrados, y haciendo que cualquier mérito de cualquier tipo que pudiesen haber tenido, quede merecidamente olvidado con el daño social que causaron. La libre (en su sentido completo) manifestación de ideas es algo que por nada puede ser recriminado y mucho menos castigado.
El populismo, entiéndase éste como la implementación de políticas paliativas que pretenden engañar a la población para hacerla creer que el gobierno funciona y que el país crece, fue una táctica muy usada por los presidentes como Echeverría y López Portillo. Éste y otros factores en parte denotando ineptitud y en parte ambición, llevaron nuevamente a la quiebra al país, y el milagro que prometía México, desapareció.
Para entonces, el PAN ya se mostraba como la supuesta oposición. Su origen, de absoluto origen burgués y conservador, le hizo representar la derecha y la ultra derecha. Sin embargo, su objetivo siempre se ha mantenido como una ambigua presentación de ideales de origen cristiano, pero eso sí, con una realidad totalmente aparte de la parte positiva que estos pudiesen llegar a tener. La realidad del partido siempre ha sido su corrupción, su doble moral. Pero sobre todo, la ineptitud e ignorancia de sus miembros. Y aún los ideólogos, cultos e intelectuales que en él pudiesen estar, denotan un claro interés económico, y el que llegase a ser más honesto, el enfermizo interés moralista. Y esta cualidad no ha variado en lo absoluto desde entonces.
Entre las corrientes salta la llamada de “centro”. Esta es en realidad una distorsión de la teoría que se forma de la prudencia (o tibieza), sobre todo de los sectores “moderados” de la derecha e izquierda, que en realidad suelen tener poco fundamento ideológico, teórico o filosófico, y más bien son pragmáticos y hacen lo que les conviene políticamente. Este es el caso enteramente del PRI, del cual la mención ya es más que suficiente para denotar su carácter ambicioso, corrupto y dañino para la sociedad; no hace falta mencionar sus innumerables atrocidades en el pasado y su absurda existencia actualmente. Sin duda, representa el extremo al cual puede llegar la hipocresía, la mafia y la corrupción de los mexicanos, aclarando, claro, que existen quienes no son tan nocivos. En 1987 conflictos internos ocasionaron un cisma, un militante inconforme con la antidemocrática forma de elegir candidatos a elección popular (dedazo) le llevó a iniciar un movimiento de magnitudes insospechadas. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, integrante izquierdoso del partido de centro que casi por herencia le correspondía (porque ahí militó su padre) renunció y señaló la corrupción del partido, iniciando la llamada “corriente democrática” donde se le unieron los pequeños partidos y asociaciones de izquierda que existían en el momento (partido comunista principalmente), para evitar que su candidatura pasara desapercibida por el entonces órgano electoral, ya que no se reconocían a candidatos sin partido. Cárdenas aprovechó la base política y moral que representaba su padre, para arremeter con autoridad en contra de las atrocidades del PRI, y se declaró completamente de izquierda democrática. El movimiento representaba más que nada una nueva esperanza para la paupérrima política que mantenían entre el PAN, el PRI y el no reconocido oficialmente PC, para ofrecer por primera vez una Verdadera Oposición al partido dominante, pero sobre todo, representó la conjunción de ideales liberales, revolucionarios y democráticos, la esperanza de rescatar al país de la gerontocracia imperante del PRI, y de buscar, como tiempo atrás se hizo, en los tiempos de su padre Lázaro, el bienestar de la sociedad y no de unos pocos, el no dejarse engañar por el “proyecto” Neoliberal, que justo comenzaba y dejaba ver daños enormes para el país a corto, mediano y largo plazo. Claro que el partido dominante no se iba a dejar ganar tan fácil, y aunque la aplastante mayoría apoyaba a Cárdenas, misteriosamente se “cayó el sistema” para ser restaurado con el candidato priista Salinas de Gortari a la cabeza. Y así se auto otorgó el puesto el mismo partido, apoyado por el PAN, quién a pesar de lo que dijera públicamente (y que su candidato Clouthier también estaba muy apoyado), terminó aliándose con el PRI para quemar las papeletas electorales y dejar en la oscuridad para siempre aquellas elecciones de 1988 (Comienza a salir la cara de Diego Fernández de Cevallos).
Mientras tanto, en Tabasco se realizaban elecciones (1988), donde, tal como en las nacionales, se cometió el mismo tipo de fraude. El candidato de la recién formada Corriente Democrática, Andrés Manuel López Obrador perdía ante el candidato priista, Roberto Madrazo Pintado.
Sin embargo, el movimiento no murió, y siendo integrado por los principales ideólogos políticos de izquierda, intelectuales, y representantes populares, se formó el Partido de la Revolución Democrática, debido al movimiento que representó su origen. Se estableció con una orgullosa ideología de izquierda, progresista, revolucionaria y democrática, heredando la experiencia e ideas en gran parte del partido comunista mexicano y otras organizaciones de lucha social, asumiendo por fin el lugar que no se había podido ocupar, de verdadero partido de oposición de izquierda con un proyecto bien definido, ideales y propuestas políticas legítimas.
Sin embargo, a partir de ese momento la caída política del PRI se veía pronta. Salinas engañó al pueblo durante todo un sexenio, creó obras sin el adecuado basamento económico, basándose en el control (paradójico) de la economía controlando el valor del dólar, y al mismo tiempo vendiendo todas las empresas del estado (paraestatales) para seguir su proyecto Neoliberal en el que el estado interviene lo menos posible en la economía y se encarga de ofrecer las condiciones propicias para que los buenos y tiernos empresarios inviertan en la nación, poco a poco desplazando los servicios que al estado corresponden, para que tengan total libertad de acción, empezando con la liberación total de los sectores de transformación, la “privatización” del campo (le “entregó” las tierras como propiedad a los granjeros, quienes las vendieron por poco dinero, y se fueron a las ciudades a buscar empleo… que no consiguieron..), la venta del servicio telefónico, y tuvo que crear el FOBAPROA para que la banca mexicana no cayera más, debido a la caída de la bolsa de Nueva York (denotando la tremenda dependencia económica), y privatizándola un año después (1991). Para cuando terminó su mandato, quedaban muy pocas paraestatales. Sobre todo PEMEX, que representaba aún la principal entrada económica del país.
Sin embargo, como sabemos, el rescate bancario no funcionó, los banqueros y demás beneficiaros se hicieron de la vista gorda y se quedaron con el dinero sin retribuir nada, su deuda fue, por acuerdo del PRI y el PAN, absorbida como deuda pública, y ahora todos tenemos que pagar más de $532,000´000,000 pesos (quinientos treinta y dos mil millones) por las deudas de los pobrecitos banqueros y demás deudores que a final de cuentas quedaron beneficiados y no se les castigó efectivamente. Esta gran cantidad de dinero representó un tremendo incremento de la deuda, auspiciada por el PRI, Zedillo, y el PAN, siendo entonces presidente del partido Felipe Calderón Hinojosa. De nada sirvió la oposición del PRD; con el PRIAN no se podía luchar.
Zedillo careció de un carácter político representativo, a excepción de la represión de los indígenas Zapatistas que reclamaban sus derechos en Chiapas (Opresión, homicidio), y por su error económico de Diciembre de ’94, cuando avisó que devaluaría el peso… Sin embargo, realmente logró evitar catástrofes mayores que tenían como origen los malos manejos de Salinas, y mantuvo (controlando directamente) la inflación a raya. En la elección que le dio el triunfo, se contempló el efecto del miedo en las urnas; Cuauhtémoc Cárdenas fue desplazado hipotéticamente por el candidato derechista Diego Fernández de Ceballos (todo un cazo, eh?), quien fue vencido por Zedillo, gracias al voto del miedo, y de los acuerdos internos de siempre. Las desapariciones y muertes como la del candidato Colosio (que no era de la facción de Salinas), alteraron la percepción de las personas y les hizo creer que más valía conservar la seguridad del partido de siempre a cambiar por una opción desconocida.
Sin embargo, a finales de su mandato, Zedillo había cometido errores económicos y políticos muy graves, principalmente por su tibieza. El candidato de Acción Nacional, Vicente Fox Quezada, con la experiencia de haber sido Presidente de la Coca Cola México y gobernador de Guanajuato, aprovechó la situación y mantuvo una tonta, inocente y absurda pero “llamativa” campaña basada en propaganda masiva, sustentada en el “cambio ya”, con la cual, cautivó a la gran mayoría del electorado Mexicano, tal como lo ha hecho la Coca Cola alrededor del mundo. Su asesora de campaña no tardó en develar sus intenciones y más pronto de lo que cantó Victoria, se matrimonió con Vicente Fox, una vez que ganó la contienda.
Para este momento, y en gran medida como propuesta del PRD, se había reformado la constitución y demás leyes, para darle al DF más autonomía, de manera que sus gobernantes no serían impuestos por el Presidente, sino por elección popular, dándole un carácter mestizo entre “dependencia federal” y “estado”, dividiendo su gobierno en los tres poderes y siendo ahora el representante del ejecutivo el Jefe de Gobierno en lugar del “regente”. Como era de esperarse en la entidad más progresista de la república, y siendo quien era el candidato, el PRD ganó la contienda electoral de 1997 con su líder moral, Cuauhtémoc Cárdenas. Sin embargo, su gobierno no duró mucho, y lo dejó a cargo de una persona cercana, Rosario Robles B. El gobierno realizó acciones de inmediato como no se veían desde hace tiempo; se dio mantenimiento a unidades habitacionales, se mejoró la vigilancia y se crearon los Centros Integrales de Apoyo a la Mujer, donde las mujeres desamparadas, discriminadas o agredidas encontraban, como en muy pocos lugares, apoyo y atención jurídica y psicológica. Claro que esto requirió un financiamiento inmediato que no recibió del gobierno federal, por lo que se incrementó la deuda pública.
Cuauhtémoc Cárdenas se lanzó una vez más a la presidencia, pero ya desgastado y rebasado por la campaña mercadotécnica de V. Fox, perdió contundentemente. Electoralmente, estaba totalmente descapitalizado, y parecía que la esperanza de que un gobierno izquierdista llegara al poder estaba acabada.
El hecho de que el PRD ganase poder fue un triunfo, pero a su vez, el comienzo de su desgracia como partido. Siendo integrado por facciones diversas, algunas muy populistas y de bajo nivel socioeconómico, otras de más nivel, pero igualmente oportunistas, se comenzó a llenar de sanguijuelas del poder, que buscaron, como en los demás partidos, su propio beneficio y/o el de su facción.
Varios militantes del partido perdieron su integridad también, y no tardaron en caer en abusos.
Por ejemplo, Porfirio Muñoz Ledo, se separó de la corriente y se ganó la fama de traidor en las elecciones de 2000, cuando al ver que no tenía oportunidades de ganar, se unió a la campaña de V. Fox.
Y ocurrieron muchas otras acciones ilícitas, que en un país donde la ley es de quien la puede comprar, eran inevitables.
En 2000, aunque a nivel nacional ganó un bufón retrógrado, en el Distrito Federal un luchador social de carrera asumió el cargo de Jefe de Gobierno. Rodeado de políticos de un partido que entraba en un proceso de corrupción por el poder, López Obrador logró llevar a cabo parte de un proyecto alternativo de gobierno con enfoque social. Desde este momento, el PRD comenzaba a ser un poco más como los demás partidos. La obtención de recursos para campaña por vías ilegales comenzó a ocurrir, como lo hacían desde tiempos inmemorables el PRI y el PAN. Los abusos financieros tampoco se hicieron esperar, aunque no fueran nada comparados con los fraudes del FOBAPROA (PRIAN), el PEMEX-GATE (PRI), o los AMIGOS DE FOX (PAN). Esto nos reafirma que las organizaciones políticas tienden a la corrupción. En sí, las personas, mientras mayor sea la tentación de poder, tienden a la corrupción. Y cuando se piense en un sistema político y/o postura política, no podemos inocentemente exigir pureza total. Debe tomarse en cuenta que los funcionarios caerán en asuntos ilícitos. La cuestión es el grado de daño que ello ocasiona a la sociedad. Y el siguiente aspecto es el potencial benéfico que puede tener para la sociedad las acciones que realmente se hagan en pro de su bienestar. Se trata de hacer un balance entre lo negativo y lo positivo de una persona o partido político, y considerar el contexto en que se hallan.
En estos momentos, la figura de López Obrador ya sonaba por sus propuestas novedosas, los apoyos a los ancianos, su gobierno eficiente y la implementación de programas reales en materia de seguridad pública. No tardó en señalar la absurda opulencia de los gobernantes en nuestro país, la magnitud del fraude del FOBAPROA, y el anuncio de medidas sociales para los sectores más desprotegidos. Los plebiscitos fueron la novedad en el DF, siendo éstos herramientas de la democracia para coadyuvar a la toma de decisiones en el gobierno, como la construcción de un “segundo piso” sobre el periférico, como parte de la propuesta para mejorar la vialidad. En realidad se trató de un gran proyecto que no pretendía ser terminado al momento, sino ser llevado a cabo a lo largo de varias administraciones, y, a diferencia de lo que habían ya planeado sus opositores, gratuito (¡ellos pensaban además, cobrar cuota por usarlo!). La primera fase, aunque provocó el enojo de muchos que se vieron afectados por la obra, como ocurre con cualquiera, ofreció resultados de inmediato.
La popularidad de AMLO había subido muchísimo para este momento, y el PRD estaba ganando confiabilidad entre el electorado. Ésta situación no podría durar.
Inmediatamente se inició una maquinaria por parte de los opositores a AMLO para bajar lo más posible su poderío político.
Ellos buscaron por doquier errores en su gobierno, descuidos y asuntos que no gozaran de la aprobación pública. El primer caso fue el de “El Paraje San Juán”.
Se trataba de un paraje que desde 1989 fue expropiado por el Departamento del Distrito Federal, ante lo cual el propietario había presentado un amparo, concedido en 1998. Sin embargo, fue hasta 2003 que se dicta sentencia definitiva para que el gobierno pague al propietario (curiosamente en el periodo de AMLO). Claro, ésta resolución fue tomada por una juez de dudosa honestidad, y AMLO propuso se creara una comisión para que se investigara el caso, y que no pagaría los 810 millones de pesos que Arcipreste reclamaba. La neutralísima jueza interpone una demanda contra AMLO por desacato. Sin embargo, el desafuero no procede debido a las pruebas y declaraciones que después se harían. La historia del predio es totalmente dudosa y el propio Camacho Solís reconoce que él fue quien expropió el predio en tiempos de Salinas, así que esta primera medida política en contra de AMLO es revelada y derrumbada estrepitosamente.
El siguiente atentado fueron los video-escándalos.
No faltó quién se ofreciera para, a cambio de dinero, demostrar que también los perredistas podían ser corruptos. Y Carlos Ahumada no tardó en arreglárselas para ponerle una trampa a René Bejarano, en la cuál él cayó redondito. Como un acuerdo de esos que en la política se hacen seguido, René Bejarano recogió efectivo de Carlos Ahumada, tal vez para otras campañas electorales, pero sobre todo, para su propia campaña. (Para esto, Bejarano había sido secretario del gobierno de López obrador, pero había renunciado para aspirar a un curul en la cámara de Diputados, para lo que necesitaba dinero... así que ya no estaba trabajando para AMLO cuando sucedió la grabación [07/04]). Se tomó un video que fue modificado y alterado para mostrar solo la información conveniente, y se preparó para publicarse después de otro video, el de Gustavo Ponce, quién gastaba sumas de las arcas de la ciudad en las vegas; éste video fue realizado con ayuda del Gobierno de Estados Unidos, ya que en los casinos no se permite que cualquiera tome video, y sólo con el apoyo de los Estadounidenses se podía haber realizado.
Ambos videos representaron una bomba para el PRD, pero no lograron afectar del todo a AMLO por obvias razones. Sin embargo, el aparato judicial del DF y el propio Bejarano actuaron a tiempo, y éste último terminó en la Cárcel no sin antes renunciar al PRD y ser desaforado sin mayores contratiempos. Gustavo Ponce se dio a la fuga, pero fue capturado y encarcelado en un penal de alta seguridad.
Se demostró que AMLO no tenía relación con ellos y sus adversarios tuvieron que buscar algo mejor. Siguieron buscando entre los archivos judiciales que involucraran conflictos extraños con el GDF para aprovecharlos y hacer quedar mal a AMLO. Así encontraron el caso “El Encino”.
Éste aburrido caso trataba nuevamente de la expropiación de un predio, cercano a la zona de Santa Fe, donde nuevamente se había presentado un amparo a favor del propietario. El amparo exigía el inmediato paro de obras, pero la comunicación de la orden tardó en ser efectiva, y aunque las obras se detuvieron, no lo hicieron a tiempo. La insignificante e inexistente calle que conectaría un hospital con la carretera, era el motivo por el cual se acusó esta vez a López Obrador de Desacato. Sin embargo, en esta ocasión, el aparato del PRIAN se echó a andar más ágilmente y lograron que la demanda llegara a la cámara de diputados para quitarle el Fuero Constitucional a AMLO. (El fuero es simplemente un paso extra que hace que los casos jurídicos en contra de los funcionarios primero pasen a ser analizados por la cámara de diputados).
A las facciones del PRIAN en la cámara de diputados no les importó en lo más mínimo su labor como defensores del pueblo, no les importó la justicia social, ni las pruebas totalmente jurídicas y legales que se presentaron para demostrar que el desacato no procedía porque la orden se cumplió; tan sólo les importó su papel como títeres del poder que tienen, de Salinas y Fox, quienes aún dominan gran parte de la política nacional. Así, agredieron el estado de derecho, al argumentar que AMLO lo había violado, siendo que éstos últimos eran quien estaba violándolo, porque ¿no es ilegal tergiversar las leyes e ignorar las pruebas al dictar una sentencia? Pero el pueblo fue quién, en ésta ocasión, no se dejó; manifestaciones masivas en protesta por la absurda y antidemocrática determinación en contra de AMLO hicieron ver al aparato de los poderosos que estaban dándole tanto capital político al tabasqueño, que en verdad, en ese momento había llegado a ser indestructible políticamente. Una vez más arrepentidos de su falta de tacto político, su ineptitud hasta para hacer complots, terminaron sus adversarios rescatando a Andrés Manuel inclusive del juicio. Pero hasta haciendo esto fueron obvios; para que no siguiera ganando haciéndose el mártir, quisieron evitar que entrara a la cárcel pagando su fianza (minúscula, por cierto), aún sin existir resolución… Jeje, Vicente Fox terminó absolviéndolo y haciendo evidente que era una artimaña política, un complot y una canallada.
Habiendo estado en esta situación, Andrés Manuel sabía que su vida podía peligrar, ya que aunque a la mala, mediante las instituciones lo habían tratado de destruir, y ahora que habían fallado, no les quedaban muchos medios para acabar con su aplastante superioridad política.
Ésta fue la plataforma de AMLO para salir disparado hacia la presidencia de la república, con un proyecto Alternativo de Nación que había propuesto unos meses atrás, y como parte de una serie de estudios que había realizado por el bien del país desde que se graduó en Ciencias Políticas en la UNAM con la tesis “La formación del Estado Nacional en México”.
López Obrador siempre ha sido un activista de Izquierda que luchó por la mejora de su gente; en Tabasco el fraude lo alejó dos veces de la gubernatura, pero su oportunidad en el DF le daría verdaderas alas para llevar sus aspiraciones de beneficio social a nivel nacional.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

POLÍTICA III: Apoyo a AMLO

La guerra no ha terminado.