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Alvaro Cepeda Neri escribe en la revista
Siempre:
Conjeturas.
Derecha neoliberal.
Peligran República y
Estado laico.
Por: Alvaro Cepeda Neri.
Si se consuma la, a todas luces, victoria pírrica de la derecha conservadora,
abanderada del neoliberalismo económico, a pesar y muy a pesar de las instancias
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de la misma Suprema
Corte (Art. 97, párrafo tercero), para al menos anular la elección presidencial,
entonces el discurso y la práctica antirrepublicanas para continuar vulnerando
al Estado laico —con la asesoría ideológica de los mesías desarmados Enrique
Krauze y Luis Pazos—, emprenderán el ataque final con el colaboracionismo de los
partidos bisagra que controla la señora Gordillo (Panal y PRI) y desde las
traiciones de Cárdenas y el “otro” subcomandante.
El legado de Juárez, de las Constituciones de 1857 y 1917, con todo el catálogo
de postulados republicanos, con sus libertades duramente conquistadas y los
principios sociales para su protección y eficacia, en el contexto de las
legítimas y legales participaciones gubernamentales para evitar los excesos del
libre mercado y los demás controles (a los que han escapado, por graciosa
concesión foxista, los medios de comunicación orales y audiovisuales encabezados
por la ley Televisa), estarán siendo desmantelados, para conectar el
calderonismo-panista a los “neos” (conservadores) estadounidenses.
Atrás de Calderón están Manuel Espino y Ramón Muñoz, la mancuerna neofascista
dispuesta a todo, para imponer, con su mentalidad y filiación ultraderechista,
el programa clerical de “El Yunque”, con la supremacía de una religión y sus
sectas afines, incluyendo la facción teocrática de los Krauze, con el resto de
los intelectuales orgánicos que ya tienen a su profeta desarmado del poder
presidencial.
Sobre todo el programa republicano será el blanco de las derechas y los ultras,
quienes lograron cosechar lo que sembraron con su campaña del miedo y que fue el
terror al estilo nazi, para meter el miedo electoral en ciudadanos que creyeron
en las mentiras de la propaganda panista, sacada del arsenal de Goebbels (Leonard
W. Doob, Goebbels y sus principios propagandísticos).
El calderonismo derechista, nacido como una “elección” desde Los Pinos, que
aplastó, pero no compitió a sus adversarios, por las presiones de Sedesol de
Vázquez Mota, el cracker de Hildebrando, alias el cuñado, y las ingerencias de
Fox, lleva como misión la cruzada antilaica para cancelar, pues, los postulados
republicanos. El heredero del foxismo no tiene vocación para la política.
Unicamente es ejecutor y vocero de la ultraderecha clerical. Al tiempo.
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